Recordar, recordar y reactivar nuestras memorias con los ancestros y mujeres que forman parte de nuestro inconsciente colectivo y personal.
Cuando hablamos de ecología profunda, ante todo somos conscientes de que nuestros antepasados nos han dejado un planeta que tenemos el deber de cuidar. Si cuidamos nuestro planeta, nuestra gran madre tierra, nos cuidamos a nosotros mismos.
La ecología profunda está ligada al principio biocéntrico del Sistema Biodanza. El principio biocéntrico a su vez nos remite al pasado donde las comunidades humanas eran matrísticas, es decir, hombres y mujeres eran iguales en el desarrollo de toda la comunidad.
Si estamos siendo evolucionados/ y esto significa “llevarnos al pecho” nuestras responsabilidades presentes y futuras.
Si queremos un cambio, todos tenemos que recordar y respetar la enseñanza de nuestros y nuestros antepasados. Sus historias, sus canciones y sus parábolas...
En recordarlos es recordarlos, nosotros mismos somos portadores sagrados de estos hechizos sagrados que se transforman en verdaderos rituales y legados para las generaciones futuras. 
Conservar las tradiciones nos enriquece y nos hace grandes.