Colaboradores
Sandra Salmaso
Facilitadora Docente de Biodanza, es Co-Directora de la Escuela Ibf Biodanza de Triveneto. Creador del método Educación de Contacto y Masaje Biointegrador. Director y Docente de la Escuela de Educación de Contacto y Masaje Biointegrante. Profesora de Masaje Infantil AIMI. Autor del libro "Le Mani che Nutrono" Ediciones Vivivita
Desde 1978 estudia y trabaja en el campo de las técnicas expresivas y el teatro experimental, fue actriz durante 10 años. Sandra vive en Padua y es la madre de Michel, un poeta y biobailarín de 23 años.
El amor se aprende en la piel: la redención de
cultura matrística
sábado 27 mayo 2023
8:30 - 9:20
Queremos creer que el futuro de la humanidad está literalmente "en manos" de aquellos que serán capaces de redimir los potenciales regenerativos de la Madre Tierra/Naturaleza ya presentes desde la prehistoria en la Cultura Matrística.
Y Biodanza pone como objetivo este cambio de paradigma: ¡redimir lo Humano que aún está en nosotros!
Ha llegado el momento de volver a ser más pacíficos. Saber que ha habido culturas que han existido durante mucho tiempo (miles de años) sin guerra es importante, porque la mayoría de la gente del siglo XX piensa que las guerras siempre han tenido lugar.
Cuando hablamos de Matrística nos referimos a la cultura originaria, (anterior a la cultura actual que conocemos como patriarcado) que se desarrolló hace entre 5.000 y 7.000 años principalmente en Europa, tal y como han demostrado las investigaciones arqueológicas.
¿Cómo sería una sociedad que no se basara en el control, en la autoridad, en la castración y la jerarquía, en la despotencialización de lo femenino?
Sería una sociedad matrística. Estas sociedades se basaban en el cuidado mutuo, en el placer, en el Dar-Recibir-Devolver, manteniendo la sexualidad primordial desde el inicio de la vida siguiendo el ciclo de la Vida, el contacto madre-hijo, sin otra prioridad que la de generar Vida.
El gran científico Maturana decía: “Los seres humanos somos fruto de la cooperación para la conservación, no de la lucha por la supervivencia: evolutivamente somos bio porque amamos.
El amor es la emoción que funda lo social: sin la aceptación del otro en la convivencia no hay fenómeno social.” Los grandes valores, los grandes ideales de justicia, paz, armonía, fraternidad, igualdad nacen de la biología del amor y son los fundamentos de la vida en la infancia. Cuando la experiencia educativa se basa en la cultura materna que el niño recibe como niño, basada en el respeto, la cooperación, la legitimidad del otro, la participación, el compartir, la resolución de conflictos a través de la conversación tenemos una cultura matrística: en la que la emoción fundamental es amor por la convivencia. Esto lo queremos generar con Biodanza.