Apostamos por que en los barrios y ciudades sea una herramienta de mediación no verbal que permita a los ciudadanos comunicarse mejor entre sí.

Hagamos una contribución concreta para cambiar el ritmo de las ciudades. Imaginemos una nueva "Utopía", una "Ciudad de ciudadanos" con el paradigma central de la Biodanza en el centro: no el hombre en el centro, sino la vida en el centro.
Co-creemos una concepción ecológica de nosotros mismos, nuestros hogares y ciudades que pueda redimir una forma más amplia de bondad y cuidado de todos los seres vivos.
Apoyamos una política que sitúa el placer como prioridad en las elecciones que caracterizan la existencia, que construye una sociedad sostenible. La diversidad individual es un valor que puede contribuir al intercambio de conocimientos y al crecimiento personal y que reduce el umbral de juicio hacia los demás. Esto significa, en la mayoría de los casos, bajar el umbral de expectativa de los propios resultados existenciales con una consecuencia general desestresante, facilitadora y amigable.